jueves, 26 de noviembre de 2009

Judíos y musulmanes, unidos en Londres por la paz

El Círculo de Padres-Foro de las Familias no ganó este año el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, pero confío en que el año que viene se lo concedan porque está haciendo milagros para la paz y en entendimiento en una situación tan complicada como la de Israel-Palestina. Esta semana ha logrado que judíos ortodoxos que nunca en su vida habían pisado una mezquita, acompañaran a 300 musulmanes en su Mezquita de Regents Park, en Londres.

También los judíos invitaron a los palestinos del Foro a que hablaran en la Gran Sinagoga ortodoxa de la capital británica.

El diario The Times cuenta la historia de uno de ellos: Ali Abu Awwad, un palestino de Cisjordania cuyo hermano murió a manos de militares israelíes. Ahora viaja por el mundo con Robi, una abuela israelí que perdió a su hijo en el conflicto, para demostrar que es posible transformar el dolor de la violencia en esfuerzo de paz.

Para nuestro Foro Abraham es una noticia estupenda y tomamos nota de que el diálogo inter-religioso y la amistad interconfesional es posible... más allá de cualquier barrera.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Un negro loco en un país de blancos


Pie Tshibanda pensó que era invisible cuando llegó a Europa. En su país, el Congo, su casa siempre estaba llena de gente. Si alguien aparecía de nuevas en su pueblo, no tenía más que colocar una silla en la plaza y esperar a que los demás vinieran a saludarle. En Bruselas no funcionó...

Entonces Pie decidió ir tocando puerta por puerta en las casas de sus vecinos. Quería presentarse y contarles su historia: cómo se había marchado del Congo, dejando allí a su mujer y a sus hijos, porque en su país estaba amenazado de muerte. Nadie quiso escuchar su historia, y los vecinos pensaron que estaba loco.

Eso sucedió hace ya 15 años, y desde entonces Pie -que de psicólogo de empresa se ha convertido en escritor y actor- cuenta por los teatros la odisea de su vida, que es la de otros miles de africanos que se vuelven invisbles al pisar Europa.

En un monólogo genial, titulado "Un negro loco en un país de blancos", nos coloca a los europeos frente a un espejo que devuelve nuestra imagen caricaturizada con mucho humor... y mucho sentido común.