El departamento de Estado norteamericano acaba de publicar su anuario sobre los derechos fundamentales en el mundo, que repasa todos los países del mundo. El capítulo sobre España se centra en la falta de libertad de las personas amenazadas por ETA.
Precisamente un grupo de políticos belgas- seis personas de varios partidos políticos, entre ellos dos concejales- ha estado hace poco en el País Vasco y se han quedado impresionados al ver que, en la Europa del siglo XXI, cientos de personas tienen que llevar guardaespaldas porque no piensan como los radicales. Una de las participantes, la ecologista Marie Nagy, ha hecho un pequeño diario del viaje en su blog.
Además de la libertad política y de la libertad de prensa, el informe estadounidense recoge el sentir de las comunidades creyentes. Denuncia algún caso de xenofobia y de antisemitismo, y aunque valora positivamente la libertad religiosa en general, explica que algunos representantes judíos, musulmanes y protestantes criticaron que en ocasiones las autoridades locales ponen trabas para la construcción de sus templos o lugares de oración. Estas religiones, minoritarias en España, destacan la labor de la Fundación Pluralismo y Convivencia, un organismo vinculado al Gobierno.
Mientras, el Observatorio para la Libertad religiosa y de conciencia dice que los creyentes se sienten "ciudadanos de segunda" por no compartir la ideología del partido en el poder. Este observatorio también criticó la propuesta del Partido Popular (PP) de prohibir el velo islámico en las escuelas.
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