Iraq, Egipto, Nigeria... En los últimos meses hemos oído varios casos de ataques a cristianos en países de mayoría musulmana. Es triste, pero muchos acaban marchándose de sus casas, a pesar de que los cristianos llevan viviendo en el Norte de África, en Siria, en Turquía y en muchos otros lugares desde hace 2000 años. Fueron las primeras comunidades de cristianos, y guardan el tesoro de los más antiguos ritos y tradiciones. Hasta conservan vivo el arameo, la lengua que hablaba Jesús.
Anoche un grupo de diputados, funcionarios y periodistas bajamos a la entrada del edificio Louise Weiss -sede de la Eurocámara en Estrasburgo- para encender velas y guardar un minuto de silencio por las personas asesinadas en las últimas semanas por causa de su fe.
Como suele suceder en esta casa, hasta la solidaridad distingue categorías: ¡¡Los ujieres tenían orden de repartir las velas sólo entre los diputados!! Así que el resto de los presentes nos unimos al gesto sin luz, pero con nuestro silencio. La verdad es que el presidente del Parlamento, el polaco Jerzy Buzek, se quedó un poco extrañado. Dejó el atril y se acercó a los que estábamos allí para ir enciendiendo los cirios en una cadena de solidaridad... y entonces se dio cuenta de que sólo sus señorías tenían su vela.
En un emotivo discurso Buzek recordó que en Europa todos los ciudadanos y las ciudadanas pueden vivir y expresar libremente su fe, y que esa libertad está plenamente garantizada en la UE. Del mismo modo que la UE debe velar por que minorías como los musulmanes o los judíos tengan plenamente sus derechos, sin discriminaciones, a los europeos nos gustaría que todas las minorías recibieran este trato en otras zonas del mundo.
Esto mismo han reclamado hoy los eurodiputados en una resolución aprobada esta mañana que condena la persecución por motivos religiosos y que todos los grupos políticos han apoyado, tras un vivo debate.
Creo que la clave está en reclamar el respeto a los derechos individuales, no los derechos de las minorías, para que cada persona sea respetada. El día en que Iraq, Egipto y Nigeria tengan un sistema político democrático y plural, cada ciudadano -incluidos los cristianos pero también los kurdos, los homosexuales y los defensores de los derechos humanos- podrán vivir en paz.
2 comentarios:
Me gusta mucho este post. Creo que es importante defender el derecho a la libertad religiosa no desde la perspectiva de la distinción de civilizaciones, occidente vs. mundo musulmán, o europa y países democráticos y plurales vs. países con leyes civiles de inspiración religiosa, sino como un derecho fundamental del ser humano, reconocido también por el Islam y las otras grandes tradiciones religiosas. La perspectiva de la distinción de civilizaciones es la que usa el fanatismo religioso y creo que hay que evitar. Por esto mismo, no creo oportuno unir en la misma defensa el derecho a la libertad religiosa con otros derechos también fundamentales como el de no-discriminación por orientación sexual, pueblo de origen, raza etc. porque se puede caer en la misma perspectiva de choque de civilizaciones que no ayuda. Aunque todos apreciamos la civilización europea y en ella surge el planteamiosento de los derechos hhumanos fundamentales, no es indispensable una sociedad democrática y laica para que se respete el derecho de cada cual a vivir y expresar su religión.
Hola Victoria, tu post tan bueno como la iniciativa de estos diputados. Mi temor es que el mundo se adapte a escuchar noticias sobre hechos violentos y deje de pensar la necesidad de condenar estos horrores y ser solidario con los que sufren por razón de su fe. Creo que la reacción internacional por estos ataques contra los cristianos ha sido muy fría.
Un abrazo,
YCires
Publicar un comentario